Este libro de Forsyth puede mejorar. Quien haya leído El Puño de Dios o El cuarto protocolo, que son obras maestras de intriga, se encontrará con que Forsyth se adentra aquí en un mundo que no comprende igual de bien que el mundo del espionaje del siglo XX, al que pertenece. Pero es un autor imperecedero, que vale la pena leer, incluso cuando publica su autobiografía (El intruso), porque hasta cuando te cuenta su vida te lo plantea de una manera que no puedes dejar de leer. Luego reflexionas un poco y te das cuenta de que es la vida de un aventurero más. De los que hay tantos. Pero ninguno escribe como él. Recomiendo toda la obra de Forsyth. Esta también. Aunque no sea tan buena como el resto.