Barack Hussein Obama es un activista social que en 2009 llegó a Presidente de los Estados Unidos. Ha escrito el primer tomo de sus memorias. Si ha sido sincero, su autorretrato es encomiable. Vale la pena reseñarlo. No son sus memorias completas. Son sólo el primer tomo. Un libro de 950 páginas. Obama dice varias veces a lo largo del libro que uno de sus defectos es que no sabe resumir. Y en efecto así es.
"Me imaginé a mí mismo caminando hacia un portal en un lugar luminoso, frío y sin aire, deshabitado y alejado del mundo. Y a mis espaldas, en la oscuridad, escuche una voz, nítida y punzante, como si alguien estuviese justo a mi lado, pronunciando la misma palabra una y otra vez: “No, No. No. ” Salté de la cama con el corazón al galope, bajé las escaleras y me puse una copa. Me senté a solas en la oscuridad con mi vodka, los nervios a flor de piel y mi mente a mil por hora. Mi miedo más profundo no resultó ser ni la irrelevancia, ni quedarme atrapado en el Senado para siempre, ni siquiera perder la carrera presidencial. Mi miedo más profundo provenía de que había comprendido que podía ganar".
"Señor, protégenos a mi familia y a mí. Perdona mis pecados y ayúdame a mantenerme a salvo del orgullo y del desánimo. Dame la sabiduría necesaria para hacer lo que es correcto y justo. Conviérteme en un instrumento de tu voluntad".
"Por un instante, antes de que sonaran las trompetas anunciándome, cerré los ojos y repetí la oración que me había llevado hasta allí y que seguiría repitiendo cada una de las noches en que fui presidente.
"Una oración en la que daba las gracias por todo lo que se me había dado. Una oración en la que pedía que se perdonaran mis pecados. Una oración en la que pedía que mi familia y el pueblo estadounidense se mantuvieran a salvo del peligro. Una oración para que Dios me guiara".
"En mi cabeza, aquellos oscuros ciclones de petróleo llegaron a simbolizar la cadena de crisis constantes que estábamos atravesando. Es más, de alguna manera me parecían vivos, una presencia malvada que se burlaba enérgicamente de mí".
"Luego fui al grano: en mi opinión, si seguía en el cargo y demoraba el proceso de transición, las protestas continuarían y probablemente se descontrlarían. Si quería garantizar la elección de un Gobierno responsable que no estuviera dominado por los Hermanos Musulmanes, había llegado el momento de que dimitiera y utilizara su prestigio para contribuir a la llegada de un nuevo ejecutivo egipcio.
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"Preparemos un comunicado -dije a mi equipo-. Vamos a pedir a Mubarak que dimita ahora mismo.
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"Era tan solo el comienzo de una batalla por el alma del mundo árabe; una batalla cuyo resultado no era en modo alguno seguro".
"Demuestra -dijo- que Estados Unidos no es un socio en el que se pueda confiar a largo plazo".
"Fueran cuales fuesen los motivos, Joe veía Afganistán como un lodazal peligroso e insistió en que demorara el despliegue. Sugirió que sería más fácil enviar soldados una vez que tuviéramos una buena estrategia que intentar retirar tropas después de haber sembrado el caos con una mala".
El libro está extraordinariamente bien traducido y sólo tiene, creo, cinco erratas (páginas 197, 255, 579, 630 y 697). Espero con interés el segundo tomo. Para comprar el libro hagan click en la imagen: