He leído pocos
libros tan buenos como este. Aunque la opinión es bastante común (por ejemplo,
Felix Salmon, de Reuters, dijo que “probablemente es el mejor libro de
periodismo financiero de la historia”), voy a explicar por qué pienso así.
Es un libro de
historia. Pero contada al modo como se cuentan historias en el siglo XXI: con
personajes vivos. Realmente, es la historia de un latrocinio colectivo, urdido
por los que fueron grandes bancos de inversión de Wall Street (Goldman Sachs, Lehman
Brothers, Solomon Brothers, Merryl Lynch, Morgan Stanley, Bear Sterns, Deutsche
Bank, etc.), compañías de seguros (AIG FP) que, con la complicidad de las
agencias de calificación (Standard & Poors, Moody’s) y la negligencia de
los reguladores, dieron lugar a operaciones especulativas sin ningún sentido
económico fuera del lucro personal de los operadores, contada usando las
declaraciones de 4 ó 5 personajes reales, que ganaron mucho dinero al detectar
la disfunción del mercado y prever que era sencillamente imposible que las
hipotecas concedidas, luego empaquetadas, y posteriormente vendidas y
revendidas, fueran pagadas por prestatarios insolventes. Donde los grandes
bancos pensaron que era imposible que el mercado hipotecario quebrara, sucedió
exactamente lo contrario, por las razones que brillantemente expone Michael
Lewis utilizando como personajes a Steve Eisman, Michael Burry, Charlie Ledley,
Jamie Mai, Vincente Daniel, Danny Moses, Porter Collins y Ben Hockett. Hay
personajes secundarios, como Greg Lippman, que también son importantes, aunque
no han colaborado, por lo que parece, con Lewis.
El libro explica
de modo vital cómo funcionan las hipotecas sub prime, los CDS, las CDO y
todos los instrumentos esenciales para comprender qué pasó en el mercado
americano para dar lugar a tan gran desastre económico.
Lewis no termina
su tarea: le quedaba por explicar los errores fundamentales, que son los de
Henry Paulson (Secretario del Tesoro), Timothy Geithner (luego Secretario del
Tesoro), Ben Bernanke (Presidente de la Reserva Federal) y sobre todo, aunque
ni lo menciona, de George W. Bush, Presidente de los Estados Unidos. La
política americana nunca fue capaz de defender al pueblo americano de los
abusos cometidos por la banca de inversión. Lewis deja este razonamiento a
medias.
El libro ha sido
llevado al cine (https://es.wikipedia.org/wiki/La_gran_apuesta).
Con el mismo título, con un actor muy conocido en un papel secundario (Brad
Pitt - Ben Hockett) y otro no menos conocido que en vez de interpretar a Batman
interpreta a Michael Burry (Christian Bale). Menos conocidos, pero brillantes,
están Ryan Gosling (Greg Lippman) y está especialmente bien Steve Carell (Steve
Eisman). La película resume extraordinariamente bien el libro. Y consigue
explicar con mucha claridad los conceptos, tarea ésta nada sencilla porque al
final estamos ante contratos diseñados para despistar, para hacer creer a la
mayoría que la ciencia financiera es arcana cuando en realidad no es así. Pero
si parece fácil ¿cómo cobrar tan grandes comisiones?
Pero el libro es
mejor. Como siempre pasa, la película es muy buena, pero para enterarse de todo
es necesario pasar, no el rato agradable de la película, sino las horas
necesarias detrás del texto para comprender la realidad tal como fue.
En elogio expreso
de la edición española de la editorial Debate debo decir que, aunque la edición
es mala, el texto no tiene ni una sola errata, lo cual es la primera vez que me
sucede cuando leo un libro. La traducción, de Francisco J. Ramos Mena, es
excelente, fuera de algunos términos técnicos que yo hubiera expuesto de otra
manera (por ejemplo, en vez de “sociedades públicas” yo hubiera dicho “sociedades
cotizadas”).
Ni qué decir
tiene que el libro está magníficamente escrito. Se lee del tirón (si uno
tuviera tiempo para leer un libro de un tirón) y engancha desde el primer
momento, a pesar de lo abstruso de la materia y de lo delicado de la historia.
La redacción es envidiable y Lewis domina a la perfección el arte de atraer el
interés: su técnica no tiene nada que envidiar a Forsyth o Le Carré, a los que
parece tomar como maestros.
Es claro que
recomiendo tanto el libro como la película. Salgan corriendo al mercado y compren
los dos. Les recomiendo que vean primero la película. Si es necesario, más de
una vez. Y que luego lean el libro. De esa manera, creo yo, aprovecharán más.
Una nota final.
El 24 de septiembre de 2008 el diario “Expansión” me publicó un artículo
titulado “The Texan Rules for Capitalism”. Con toda modestia les recomiendo
que, una vez leído el libro, lean el artículo y comparen (http://www.expansion.com/2008/09/24/edicion_impresa/1168179.html).
Verán que Lewis en 2010 pensaba más o menos lo mismo que yo en 2008. Sobre la
historia de ese artículo en Expansión, y la fortaleza profesional y personal
que demostró su Director, Jesús Martínez de Rioja Vázquez, para publicarlo, publicaré
algo otro día. Que disfruten el libro y la película.