Se suele vender la imagen del Papa
Francisco diciendo que es un Papa que viene del apostolado populista y tiene
poca profundidad teológica. Nada más lejos de la realidad. Cuando se atiende a
sus obras escritas anteriores a su vocación a la Sede de Pedro, resulta patente
que estamos ante una mente mucho más profunda de lo que la superficialidad de
los medios de comunicación hacen creer.
Igual que la gente olvida que Karol
Wojtyla, antes de ser Juan Pablo II, fue Catedrático de Ética, y autor de
importantes obras sobre el post-concicilio ("La renovación en sus
fuentes", 1972, con traducción al español en la BAC desde 1982), sobre el
amor humano ("Amor y responsabilidad", 1979, traducción española en
Palabra desde 2008), de teatro ("El taller del orfebre"), de una
ingente obra poética, de unas memorias ("Don y Misterio", 1996,
traducción en la BAC desde 1996; "Memoria e Identidad", 2005, con
traducción al español en La Esfera de Los Libros desde 2005), así también la
gente desconoce que Jorge Mario Bergoglio fue Profesor y Rector del Facultad de Teología del Colegio Máximo de San José, en San Miguel, Argentina.
Procede felicitar a la editorial Romana
por reunir en un solo volumen algunas de las más importante reflexiones de
Jorge Mario Bergoglio antes de ser Pontífice, con el título de
"Reflexiones en esperanza". Por mi parte de ese libro me quedo con
todo, pero especialmente con las reflexiones sobre la corrupción y el pecado. Valga
una cita: "La corrupción no es un
acto, sino un estado, estado personal y social, en el que uno de acostumbra a
vivir. Los valores o desvalores de la corrupción son integrados en una verdadera cultura, con capacidad
doctrinal, lenguaje propio, modo de proceder peculiar. Es una cultura de la
"pigmeización" por cuanto convoca prosélitos para abajarlos al nivel
de la complicidad admitida". Lean el libro.