Quien en su día (no hace poco tiempo) fuera Canciller de la República Federal de Alemania por el SPD (Partido Socialista Alemán) ha envejecido y en 2010 (reconozco que hago esta reseña un poco tarde, pero es que acabo de leer el libro) ha publicado un libro que titula "Las potencias del futuro" en el que vuelve a posicionarse en claves ideológicas de los años 70 intentándonos hacer creer que los Estados Unidos son los malos de la película. Es el viejo mensaje de los socialistas y comunistas de época, hace tiempo superado, pero que Schmidt lanza como si fuera nuevo. ¿Y cómo lo hace? Pues profetizando. Eso le permite proyectar sobre el futuro sus ideas del pasado, como si no estuviera escribiendo en el presente. Dado que, como he dicho, he leído en 2012 las profecías de 2010, añado que Schmidt, al menos por el momento, no ha acertado en casi nada fuera de lo obvio: que los Estados Unidos de América son la única super-potencia que queda (lo cual le molesta mucho). El libro contiene multitud de generalizaciones históricas muy discutibles, probablemente orientadas a impresionar con una supuesta vasta cultura que no es sino relleno innecesario para que al final un sencillo ensayo tenga la extensión suficiente para dar lugar a un libro de bolsillo. Cuya lectura no puedo recomendar, porque francamente no me ha gustado nada. Gracias a Dios, no hay traducción al español, ni falta que hace, porque está escrito en un alemán sencillo y claro, que es lo único bueno que he encontrado en el ejemplar que compré.